Sola en mitad de la tierra
Pena, impotencia, tristeza…una mezcla de todos estos sentimientos y algunos más, que no merece la pena reproducir, fue lo que sentimos mi pareja y yo el pasado viernes cuando decidimos dar un garbeo por la ITB, probablemente la mayor feria de turismo del mundo.
Apenas llevamos un mes y medio estudiando y trabajando en Berlín, pero todo aquel que haya estado fuera de la nuestra tierrina por una temporada, nos entenderá perfectamente. Ya echamos de menos un culín a eso de las siete, nos emocionamos cuando oímos el sonido de una gaita, pero sobretodo nos sentimos orgullosísimos de poder mostrar a nuestros compañeros tanto españoles como extranjeros “qué es Asturias”. Y para ello ¿qué mejor que una feria internacional de turismo? Seguro que el Principado ha invertido unos eurillos en promocionarse en tal evento, pensábamos. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Nuestra ilusión desapareció cuando llegamos al recinto ferial y no sólo descubrimos que Asturias no había participado, sino que era la ÚNICA comunidad autónoma del vasto y ancho territorio español que no tenía un triste stand. Nos negábamos a creerlo y pensamos que tal vez había sido incluida entre las regiones conocidas como “La España Verde”, donde estaban el País Vasco, Galicia… pero tampoco. Simplemente nos habían borrado del mapa.
Nuestra indignación era tremenda. Nosotros que ya nos veíamos explicando a nuestros amigos como se mayaba la sidra y lo que era el compangu, teníamos que conformarnos con ojear los folletos de Las Cíes o el proceso de elaboración del queso en Plasencia. Ta riquísimo, vale, pero nun ye cabrales. En este momento empecé a preguntarme como podía ser que yo sola estuviera promocionando Asturias más que nuestro Gobierno Regional. Realmente sentí como una falta de respeto por Asturias como y los asturianos nuestra ausencia en la ITB. Considero que el Principado es un entorno apetecible tanto para los alemanes, como para el resto de nacionalidades que visitan la feria, y sin embargo preferimos desaprovechar la oportunidad y que nadie nos conozca. Lo más triste de todo es que, según supe a posteriori, numerosas personas acudieron interesándose por Asturias. Y es que tenemos una gastronomía para quedarse prendado, todo tipo de ofertas de ocio, unos paisajes de lujo… Por todo esto, no seamos cortos de miras y aprovechemos la oportunidad de darnos a conocer.